Tratamiento sistémico: Finasteride

Tratamiento sistémico médico

Incluye al finasteride y a los antiandrógenos fundamentalmente el acetato de ciproterona.

FINASTERIDE (PROPECIA) // Actualización

En 1997, la FDA aprobó el finasteride en dosis de 1 mg día para los varones con alopecia androgenética. En España está comercializada desde 1999.

Mecanismo de acción:

Finasteride es un análogo sintético de la testosterona que actúa de forma competitiva como inhibidor predominante de la 5 alfa reductasa tipo 2, enzima intracelular que convierte la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), un potente andrógeno responsable de influenciar al folículo piloso en la progresiva miniaturización del cabello. Su especificidad se basa en la gran afinidad que posee por la isoenzima tipo 2, frente al tipo 1. Mediante la inhibición de esta enzima, se bloquea la conversión de testosterona en dihidrotestosterona, produciendo reducciones significativas de los niveles de DHT en suero y tejidos. Se ha conseguido comprobar, que la localización preferente de la isoenzima tipo 2 en el cuero cabelludo es en el folículo piloso, frente a la isoenzima tipo 1, que se localiza de forma predominante en las glándulas sebáceas, lo que explica su especificidad de acción sobre la caída del cabello.

Dosificación:

El medicamento se toma por vía oral en comprimidos de 1mg/día, dosis aprobada por la FDA como se mencionó al inicio para el tratamiento de la alopecia androgenética. Puede tomarse a cualquier hora del día, acompañado o no de comida, y no se han demostrado interacciones de significativa importancia con otros medicamentos. La administración diaria produce una acumulación de los niveles de la droga en sangre hasta alcanzar una concentración estable necesaria para lograr su efecto. Esto se produce aproximadamente al tercero-cuarto mes de comenzado el tratamiento (es entonces cuando se comienzan a percibir efectos sobre el pelo y secundarios o adversos si los hubiere) y se mantiene mientras se siga con la medicación. Si olvida una toma los niveles en sangre no caen abruptamente, de modo que al siguiente día se continúa tomando la pastilla sin necesidad de doblar la dosis (es decir 2 comprimidos juntos). Si se suspende la administración de finasteride (cualquiera sea la causa) la concentración en sangre se elimina de forma completa entre el segundo y tercer mes, es decir, que seguiría habiendo efecto durante ese período de tiempo a pesar de no tomar los comprimidos.

Actualmente Propecia, nombre comercial de finasteride en comprimidos de 1 mg, es la única marca registrada autorizada para el tratamiento de la alopecia androgénica. Con esta premisa, e independientemente de los derechos de propiedad industrial y comercial del principio activo, tanto las fracciones de Proscar (comprimidos de finasteride de 5 mg) como cualquier tipo de formulación de finasterida (cápsulas, preparados de farmacia, etc.) que se pudieran utilizar para este fin deberían demostrar ser intercambiables con los comprimidos de Propecia 1 mg. Existen problemas de tipo ético, legal, de variabilidad y seguridad que acompañan al fraccionamiento de los comprimidos de Proscar por una parte, y los relativos a la liberación y disponibilidad de finasteride a partir de las cápsulas comercializadas independientemente, por otra.

Efectos adversos:

Los efectos adversos observados tras el uso de finasteride se producen a partir del cuarto mes del comienzo de la medicación y son reversibles al suspender la misma pasados unos 2-3 meses, luego de su eliminación completa en sangre.

Un estudio publicado en una importante revista de renombre científico, el EupopeanJournal of Dermatology de 2002, titulado «Experiencia multinacional a largo plazo (5 años) con finasteride 1 mg en el tratamiento de varones con alopecia androgenética» muestra resultados obtenidos tras comparar una población de 1553 varones con AGA a quienes de forma aleatoria se los dividió en 2 grupos y se les administró finasteride 1mg/día o placebo (comprimido compuesto solo de excipientes, es decir, sin efecto alguno).

Los efectos hallados se vieron en al menos un 1% de los participantes y se resumen en la siguiente lista:

  • Disminución de la líbido (1.8 % en el grupo finasteride frente a un 1.3% en aquellos tratados con placebo durante el primer año, al quinto año las cifras fueron 0.3 vs. 0 respectivamente),
  • Disfunción eréctil (1.4% frente a un 0.6% al año y 0.3 vs 0 respectivamente al quinto año),
  • Disminución del volumen eyaculado (1.4% frente a un 0.9% que al quinto año se igualaron a 0% en ambos grupos).

Con muy poca frecuencia se han publicado casos de ginecomastia, dolor testicular, reacciones de hipersensibilidad a dosis de 1 mg de finasteride que resultaron reversibles con la suspensión del fármaco.No hubo diferencia significativa del grupo placebo para cada uno de los efectos adversos aisladamente pero si al considerarlos globalmente 3.9% (grupo finasteride) frente a 2.4% (grupo placebo).

Los efectos adversos disminuyen espontáneamente en los meses posteriores en un 58% de aquellos que deciden continuar el tratamiento, son totalmente reversibles después de la suspensión del fármaco.Un estudio reciente confirmó que 1 mg de finasterida diario durante 48 semanas no afecta a la espermatogénesis o producción de esperma en los varones entre 19 y 41 años.

Los efectos a largo plazo aún se desconocen, aunque no existen efectos adversos sistémicos conocidos. Un estudio realizado por la American UrologicalAssociation (Asociación Americana de Urología) sobre «Recomendaciones con respecto al uso profiláctico del finasteride para el cáncer de próstata» mostró que tanto finasteride en dosis de 5 y 1 mg reducen el tamaño de la próstata, los niveles de PSA (antígeno prostático específico medido por los urólogos para detectar cáncer de próstata) y de DHT; y si bien no puede decirse que el finasteride de 1 mg elimine el riesgo de cáncer si reduce su incidencia clínica.

No hay necesidad de controlar ningún parámetro de laboratorio, pero es conveniente solicitar una analítica basal antes de la prescripción del medicamento. De esta forma pueden detectarse alteraciones previas, que con posterioridad no puedan ser atribuidas al medicamento.

Uso en mujeres – Teratogenicidad:

Finasteride no está aprobado aún por la FDA para su uso en mujeres, sin embargo para todas aquellas que poseen un patrón de alopecia androgenético está en estudio su uso. Varios trabajos realizados utilizando finasteride 1mg/día no demostraron resultados, en cambio, la utilización de dosis de 2.5 a 5 mg/día parece tener resultados más alentadores. Ejemplo de esto es un estudio realizado por Iorizzo et al. en el cual demostró mejoría de la alopecia en 23 de 27 mujeres premenopaúsicas (asociado a un anticonceptivo compuesto por drosperidona y etinilestradiol). Otro trabajo fue presentado por Trueb (5 mujeres postmenopaúsicas tratadas con 2.5 o 5 mg de finasteride) con resultados positivos. Estos son solo ejemplos pero todavía queda un gran camino por recorrer y estudios por realizar.

Finasteride se encuentra dentro de la categoria X para el embarazo, al ser un antiandrógeno tiene la capacidad de causar feminización en un feto masculino. Está terminantemente contraindicado su uso en mujeres en edad fértil a menos que utilicen medidas seguras anticonceptivas. Las mujeres en edad fértil no solo no deben tomar finasteride sino tampoco manipular los comprimidos rotos o aplastados. No obstante, a no ser que exista una anomalía-disrupción de la barrera cutánea en la mujer, es improbable una absorción percutánea significativa. Los comprimidos de finasteride tienen una capa impermeable que los recubre para impedir el contacto con los principios activos durante su manejo. Existe un riesgo teórico, aunque muy poco probable, de malformaciones de los órganos sexuales del feto masculino si la pareja tiene relaciones sexuales durante la etapa del embarazo cuando los órganos sexuales se están desarrollando (en la 8 y 15 semana de gestación). No obstante, la cantidad de la droga encontrada en semen es muy pequeña y se considera que no es lo suficiente para hacerle daño al feto masculino. Un laboratorio fabricante informa que se midieron las concentraciones de semen en 35 varones que estaban tomando 1 mg diario de finasteride durante 6 semanas. En el 60% de la muestras (21 de 35) no se pudieron detectar las concentraciones de finasteride.

Por lo tanto, cuando se usa finasteride, una muy pero muy pequeña parte va al semen. No obstante, aunque así no fuera, no causaría problemas. La transferencia de finasteride, desde el semen a la mujer a través de la pared vaginal no fue detectada en los exhaustivos exámenes realizados hasta ahora. El riesgo de teratogenicidad en los seres humanos no se ha evaluado, sí en animales de experimentación, en los que causa anormalidades del aparato genitourinario. No hay estudios al día de la fecha que hayan evaluado si la ingestión oral de semen de un paciente en tratamiento con finasteride suponga una absorción intestinal suficiente en una mujer embarazada como para causar efecto alguno sobre el feto.

Lactancia:

Finasteride no está indicado en mujeres en período de lactancia. No se sabe si el finasteride es excretado con la leche materna.

Ejemplo tratamiento con finasteride

Paciente de 19 años que rellena nuestro cuestionario y nos manda fotos por email en Agosto de 2017. Cuadro sugerente de DUPA agresiva por lo que recomendamos finasteride y citamos para consulta al mes de su primer contacto. Ya en consulta se explora y confirma el diagnóstico de DUPA agresiva, se realizan fotos y se pautan controles periódicos con el fin de estabilizar su pérdida capilar. En su segunda visita a los 6 meses observamos una mejora brutal en la calidad de su pelo. Y al año, constatamos la recuperación total de la cobertura por lo que se decide continuar los controles y descartar la opción quirúrgica.

Aunque no es el objetivo, sabemos que hay un pequeño tanto por ciento de pacientes que responde muy bien a la medicación, sobre todo si la prevención se realiza a edades tempranas. Casi siempre la mejoría es parcial, sobre todo en coronilla, pero tenemos ya varias decenas de casos similares al presentado. Es por ello que nunca nos apuramos en mandar un paciente a cirugía cuando decidimos medicar por primera vez. Hay que esperar para diferenciar los resultados de la medicación por una parte y de la cirugía por otra. Mezclar ambos tratamientos puede llevar a engaño y tomar por cirugía lo que en realidad es medicación, sobre todo cuando mejoran zonas que no han sido tratadas.

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